¿Sabíais que el Roscón de Reyes ya lo comían los romanos en la Península Ibérica para celebrar el solsticio de invierno?
Eran unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos. El afortunado al que le tocaba el haba seca era nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido de antemano.
Actualmente, la carta de sabores y variedades de los roscones de reyes van mucho más allá del tradicional adornado con rodajas de fruta confitada.
Que tal un roscón Red Velvet con crema de queso o un roscón de chocolate intenso, roscón “Lebkuchen” o muchas más opciones que también están disponibles sin lactosa o veganos.
Desde Sweet Annie os invitamos a encargar los vuestros.