Aunque a simple vita parezcan lo mismo, no lo son, ni por dentro ni por fuera.
La receta tradicional de las magdalenas incluye huevos, azúcar, aceite, harina de trigo, levadura, una pizca de sal, algún aroma sencillo y leche (en algunes recetas). El secreto está en el batido enérgico de los huevos y el azúcar con su consiguiente introducción de aire en la masa. En algunos casos pueden hacerse de chocolate añadiendo un poco de cacao en polvo, aunque ya no estaríamos hablando de las de toda la vida. Lo que las hace tan características es el copete, que se consigue enfirando la masa durante un par de hores en nevera y hornearlas inicialment a una temperatura más elevada de lo normal, acabando con los clásicos 180 ºC.
Los muffins son unos bollitos de origen anglosajón, y, al contrario que las magdalenas, su masa es más densa, y menos esponjosa y en su receta se pueden incorporar infinidad de ingredientes, lo cual los hace muy versátiles. Fruta fresca, frutos secos, copos de avena, chocolate, yogur, crema, etc. Todos ellos serán bienvenidos en una receta de muffins dulces.
Los cupcakes son mucho más que magdalenas decoradas, ya que realmente son mini pastelitos. Los cupcakes pueden presentar todas las variaciones de sabor y decoración propias de las tartas, pero en versión mini. De hecho, es muy frecuente que los cupcakes reproduzcan muchos sabores de las tartas americanas tradicionales, como la de zanahoria, la red velvet, la cheesecake, etc.
En Sweet Annie os podemos hacer disfrutar con cualquiera de las tres opciones. Siendo nuestras preferencias de ingesta:
Magdalenas: desayuno o mierienda. Tal cual sin más.
Muffins: en meses fríos, son espectacularmente buenas para degustar con una buena taza de té o café, aprovechando sabores de temporada, como por ejemplo: canela, calabaza, manzana… ñam ñam…
Cupcakes: ideales para una fiesta. Son perfectos para decorar y endulzar cualquier evento festivo.